sábado, 19 de mayo de 2007

Paratexto, inrtertexto, metatexto...

ACLARACIÓN: La presente entrada requiere competencias musicales básicas para su correcta comprensión, así como alguna que otra materia cursada en carreras tales como Ciencias de la Comunicación, Cinematografía, Diseño Gráfico y, sin ofender a los estudiantes de las licenciaturas precedentes, Publicidad (me río sola de llamar a ese rejunte una “Carrera”). El segundo requisito no es excluyente, sólo ciertas alusiones les resultarán incomprensibles, incoherentes o simplemente se reirán cual idiotas ante el chiste de “Toalla no, radio” sólo por no aceptar no haber entendido. ¡Ah! Y cuando digo “competencias”, no quiero decir que si se leen todo este choclo (por el texto siguiente, no por el tango que, a la sazón, también necesitarían poseer conocimientos de lectura musical y yo un teclado con notas o subir la partitura con un .jpg, pero ese ya es otro tema y yo prefiero Adiós Nonino) se van a llevar un premio, sino que refiero a un poco de cultura general, carajo, que no ocupa lugar y todavía es gratis. PRE DATA: Sí, escribí “pre” cuando ustedes piensan que debería ser “post”, pero como va antes del… delirio, es pre y no post. En fin, el sentido de esta pre data es dejar en evidencia que sé que si tengo que aclarar tanto probablemente lo escrito no ha de ser de una calidad superlativa, sin embargo, para mí la aclaración es un arte olvidado en la era de los dobles sentidos chabacanos y me gustaría que se convirtiera en un hábito mainstream, con onda y reservado a unos pocos como yo y que esos pocos sean mis alter ego. De todos modos, no voy a eludir las balas y voy a aceptar que el único sentido posible, verdadero y muy poco sutil de aclarar tanto es que soy una yegua condescendiente que considera que todos ustedes no están a mi nivel, así les hago una hermosa clausura semiótica como mi amiga la Iglesia Católica. Después de todo, puedo hacerlo porque soy una diosa. Sin otro particular, los saludo atentamente y los abandono para que se sumerjan en el constructivo vicio de la lectura. Nunca su servidora, siempre su ama. ___________________________ Madrugada de viernes otoñal, helada como si fuera de invierno, no se distingue de las demás sino por la soledad que me visita. Y no hablo de la de Arequito. A fuerza de un régimen alimenticio restrictivo, me despido de mis rollos lipídicos y gano rollos mentales. Así como mi autoestima se levanta para mirar de reojo y con cejar erguidas a las Torres Petronas, se me aparece un vacío entre la tierra y el cielo. Experimento una sensación humana. Hasta la Santísima Trinidad tiene un eslabón débil. El conocimiento de la propia debilidad te hace más fuerte. Sin embargo, no es posible permanecer constantemente en DEFCON 1. En un descuido, ¡zas! Para decirlo en criollo: cagaste. Y ahí estás, de pies a cabeza homo sapiens, de pies a cabeza materia sensible. Y todo lo bueno, lo bello, de la vida se convierte en los siete círculos del Averno fusionados como Cablevisión y Multicanal. Que nadie me diga que es bueno estar enamorado, que no es bueno que el hombre esté solo. Y menos aún, que es oportuno. Meses y meses sin deshojar pétalos de sal, semanas de rodillas que sólo temblequeaban cuando se montaban sobre un par de tacos espigados, días de ojeadas anárquicas de vidrieras en calle Florida y horas de asquerosa alegría se devaluaron como el austral en el ’89. Fueron ojos en ojos, una nueva noche fría en las veredas de Belgrano, sintagmas, fonemas y morfemas que no calificaban como metáforas ni metonimias, sino que crearon una nueva dimensión retórica. Una imbecilidad al mejor estilo Gran Hermano. Hay amores perros, amor de perros y un perro amor que explota. No se va a llamar mi amor, es un crimen que quedará sin resolver aunque lo someta al escrutinio la mirada examinadora de Sherlock Holmes. No me salva, no me libera. Lo cierto es que en mí su ausencia total me permitió experimentar la independencia más plena. El amor es un lazo que no suelta jamás, es una energía disruptora, la semiosis infinita con interpretantes sempiternos que llenan de dudas en un proceso sin fin. Es un infame ladrón de corazones. No obstante, yo atestigüé su comienzo. Porque fueron ojos en ojos en una nueva noche fría en las veredas de Belgrano. Brillantes sobre el mic donde las calles no tenían nombre. Quedó de esa noche (y también de esta) un anhelo de satisfacción. Sólo un anhelo de satisfacción. ___________________________ POST DATA: ¡Ahora sí es una post data, porque es después del texto! Más allá de la v.g., quería destacar, recalcar, reafirmar y tallar en mármol que sobran las evidencias de que no puedo escapar de ser como soy y hasta este escrito tan edulcorado puede ser rescatado de su deshonor en mi bibliografía (¡qué grosa soy, tengo bibliografía!) gracias a mis notas al pie y al encabezado, únicas en su género. Como la voz del traductor en el cuento de Walsh, es ahí en el reino de la itálica o bastardilla donde resplandezco y encandilo a mi obnubilado auditorio y le corto las piernas al amor burgués y al gran capital. Lo dijo JLo y yo la cito porque me la banco: “No me amen”.