martes, 24 de abril de 2007

Carta de mi cerebro a mí

Estimado señor o señora: Le escribo desde mi retiro en este paradisíaco ensueño para que no piense que la abandoné para siempre. No tengo planeado volver a la brevedad, pero no es un asunto que pueda crearle complicaciones ya que sus riñones me mandaron un SMS la semana pasada donde me comentaban que se las arregla bastante bien sin mí. No obstante, sus ojos (desesperados) me llamaron por teléfono para rogarme que regrese pronto, puesto que parece ser que la tienta mirar la bazofia de Bailando por un sueño. Contando con que se trata de una llamada internacional, no cabe duda de que el asunto preocupa verdaderamente a sus ventanas del alma. Era de esperarse que cayera en infracciones tan severas con su intelectualidad como castigo por mi abandono. Sé que un cuerpo que se somete a la radiación de Tinelli y, Hegel la prevenga, Gran Hermano es un camino de ida. Pero no entiendo si sólo por mí usted es capaz de dañarse tanto. Quizás la falta de razón la hizo creer que mirando esos programas televisivos podría relacionarse con su entorno y finalmente hacer amigos. Sin embargo, tengo que advertirle que esas relaciones son tan efímeras como la amistad entre Moria Casán y Carmen Barbieri. Sí, sé quiénes son y que se han peleado en el pasado verano por el puesto de primera vedette de Mar del Plata. Aún siendo la razón puramente instrumental conozco puerilidades como aquellas y tengo que hablarle en términos que Usted pueda comprender. No escapo al surrealismo accidental de dos señoras pasadas de edad vestidas con el ropaje de Adán. Casi tengo plena seguridad de que semejante osadía es una venganza. Pero yo no la abandoné. Tuve que ponerme a reparo de sus abusos filosóficos y pensamientos delirantes. Necesitaba escapar aunque sea un rato de sus pesadillas románticas y sueños revolucionarios. Más aún, no podía soportar otra noche más de verla en mis circuitos vestida de guerrillera enamorada en el Congo, para luego degollar a su príncipe azul por sospecha de alta traición. Volveré en algún momento y continuaré como el esclavo de sus caprichos cartesianos y víctima de su inconsciente narcisista. Sin embargo, todavía no es el momento. Me pregunto qué tanto habrá cambiado su vida sin mí. Sé que sigue trabajando, pero ser un mono de oficina no requiere la presencia de un cerebro: viajar como ganado, sentarse en el escritorio, preparar mate, chupar la bombilla y chatear (actividad cuyo único requisito es escribir “jajajajaja” repetidas veces ante todo lo que el interlocutor envíe). Ir a la facultad tampoco es algo complicado: se sienta, sacude las cuerdas vocales con la onomatopeya que usa en el Chat repetidas veces ante todo lo que dice su compañera de banco, garabatea en el margen de las hojas, cabecea a partir de mitad de la clase y luego se va. Siempre hizo lo mismo, incluso conmigo en su cuerpo. Sólo me pedía asistencia cuando tenía que rendir un examen y yo, fiel a mi destino de ser su servidor, acudía con toda velocidad a memorizar libros enteros en una noche. De sexo ni hablemos, siempre fue una petera apestosa y no necesitó de mí para entregar cada orificio de su cuerpo a cualquier postor e incluso a varios. En fin, me despido por el momento. Me espera una noche de lujuria desenfrenada en los anaqueles de la Biblioteca de Babilonia. Le diría que la quiero, pero no soy capaz de sentir y a Usted no le importaría ya que no tiene corazón. Mis más cordiales saludos, Axón Dentrita Sináptica.

domingo, 15 de abril de 2007

Sencillamente

No tengo delirios ni puerilidades que contar. Los debo tener, los tengo, pero no me dan ganas de organizarlos en una forma semi coherente y subirlos a la autopista de la información. Estoy tan espléndida: feliz, relajada, distendida, libre... Tan completa estoy que no puedo más que distanciarme de la irrealidad cotidiana, del flujo de los acontecimientos existenciales más banales, como la demora en el tránsito o el agite de las agrupaciones políticas universitarias. No me importa nada, porque nada es definitivo y en el devenir las transformaciones acontecen antes de que alcance a comprender algo cabalmente. Y es en el desinterés donde se revela lo más profundo. Actualizo por actualizar. Este blog es anárquico, libre, libertino y liberal, exento de cumplir con los cánones literarios de la Grecia clásica. En definitiva, cualquier gil tiene un lugar en la red. LA REFLEXIÓN DEL DÍA: "Si en un litro de semen hay más vida que en un litro de sangre, vení y chupame la pija y convertite en Highlander."